A propósito de actores
…En su muy divertido libro La política de los actores (Serie Gong), Luc Moullet afirma que “los actores de cine son siempre anatemizados. Su reputación se basa en dos elementos primordiales: primero su vida, es decir sus amores, es decir su muerte.
El segundo elemento importante es su éxito comercial”. En el libro, recientemente editado en castellano, recorre la carrera de cuatro actores definitorios del Hollywood clásico (Gary Cooper, Cary Grant, John Wayne, James Stewart) argumentando que son tan responsables de la construcción de su lenguaje cinematográfico como los cineastas consagrados por los cahieristas que Moullet reconoce como colegas.
La altura y el hieratismo de Cooper y el genio físico y la ambigüedad de Grant, especialmente, se revelan ante el detallismo de Moullet -actor y productor, además de crítico- como elecciones estéticas sostenidas en el tiempo que expandieron las posibilidades expresivas del cine mientras creaban un mito de sí mismos que funcionaba de película a película, contradiciendo, propugnando y, sobre todo invitando a segundas y terceras lecturas de lo que estamos observando en pantalla en su contraste con la “realidad”. Es difícil imaginar a Smith pudiendo echar mano a un arquetipo similar para seguir a flote, más allá de su etapa de “salvador de la humanidad” ante la conjura extraterrestre. Pocas estrellas hoy pueden hacerlo, aunque siguen intentándolo: una de las más grandes que quedan, Tom Cruise, mitologiza su trabajo desde su biografía de Twitter: “Corro en películas desde 1981″…
Fuente: La Nación