Bajo el sol de la rave, la primera novela de Alejandro Sánchez Romero retrata a una generación de jóvenes que trata de sobreponerse a la vida que les ha tocado, en la que no encuentran presente ni esperanzas de futuro.
¿Qué es una rave? Seguramente, cada persona tendrá su propia y particular visión. A buen seguro, ésta dependerá de la distancia con la que cada cual viva o haya vivido en alguna época de su vida este fenómeno. Algunos lo habrán conocido desde bien dentro, otros sólo en la lejanía. Muchos serán o han sido asiduos a estos encuentros, otros sólo participantes eventuales. Y los hay que todo lo que saben de él es a través de los medios de comunicación y las redes sociales, todo ello tamizado por sus propios prejuicios. Me atrevería a decir, incluso, que la mayoría, tal vez, ni siquiera haya oído nunca la palabra.
Bajo el sol de la rave, la primera novela de Alejandro Sánchez Romero, transcurre durante una de estas fiestas multitudinarias que se desenvuelven al margen de las autoridades, que se organizan sin previo aviso, en lugares de difícil acceso, y cuyos invitados se convocan de uno en uno vía mensajería. En ellas, prácticamente todo está permitido mientras el cuerpo aguante. En la novela, como en muchas ocasiones en la vida real, los protagonistas asisten a estas fiestas para bailar hasta que las fuerzas les fallan, para beber hasta emborracharse y para consumir cuantas sustancias, ilegales por supuesto, puedan conseguir. ¿Pero por qué lo hacen?
Sueño o huida
Será por la música. Será por la fiesta. Será por la gente. Será por sentirse parte de algo. Cada uno de los personajes tiene sus razones. Sabino, el protagonista principal, Lena la uruguaya que lo rescata, el Calorro, Marta, Arturo el asturiano, la tarotista Ariadna, el Cabre y su cámara de fotos, Carlota, Roberto, Mena, Antoine… Pero en todos ellos confluyen algunos elementos que, de algún modo, los igualan.
En este sentido, todos persiguen algún sueño o buscan darle sentido a una vida, la suya, a la que no se lo han encontrado hasta el momento. Pero, en el fondo, todo esto no es otra cosa que un señuelo para distraer de la verdadera razón: la huida de la propia realidad que asfixia a cada uno de ellos.
La historia que propone Alejandro Sánchez Romero se sucede en unas pocas horas que encierran años de la vida de los protagonistas. Sabino tiene 25 años cuando se topa con Lena, con la que comparte confidencias, alcohol y drogas durante las horas en que transcurre el relato de la novela, una especie de paréntesis en mitad de la rave para retomar fuerzas. Pero lo que lo ha llevado hasta el lugar en el que se celebra la fiesta, Albacete (de donde es el autor, por cierto, que tiene un cameo como personaje dentro de la propia novela), se remonta a cuando tenía sólo dos años.
Durante ese paréntesis, en el que los protagonistas se alejan del meollo de la celebración, los personajes van relatando por turnos qué les ha llevado hasta ese punto geográfico y vital. Sus historias son como las matrioshkas, en las que una rave guarda otra rave en su interior. Son relatos, en ocasiones, delirantes, como sueños dentro de un sueño, que saltan hacia adelante y hacia atrás en el tiempo y van cambiando de protagonistas.
Poetas en YouTube
Sabino se matriculó en Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid (igual que el autor de la novela), porque en la región de donde él procedía no se estudiaba esa carrera. Era una forma como otra cualquiera de escapar de su asfixiante hogar. Roberto se acerca a los poetas de Los Vestiglos Verdes en Malasaña, que consideran a los clásicos esnobs (Borges), fascistas (Neruda) y asesinos de animales (Delibes), en un intento por elevarse por encima del rebaño. Pero no puede escribir, en esta época en que los jóvenes demandan inmediatez, si no se crea antes un canal de YouTube.
Mena arrastra traumas infantiles con saltamontes y perdigones de caza, de los que culpa a su padre, al que mataría a puñetazos. Lena abortó con sólo 14 años. El miedo la atenazó de tal manera que no fue capaz de pedir ayuda tras quedarse embarazada, y cuando lo hizo ya era demasiado tarde, por lo que tuvo que dar a luz a un feto muerto. En el fondo, todos tratan de huir de situaciones que los hacen infelices. Familias desestructuradas, ausencia de futuro, desesperanza… De lo que no pueden huir es de sí mismos.
El movimiento 15M
Las historias de los personajes de Bajo el sol de la rave se sitúan en el contexto de la crisis económica y el movimiento 15M, aquel intento por superar el hartazgo y el hastío ciudadano que, de la misma manera en que floreció, se vino abajo como una pompa de jabón. Alejandro Sánchez Romero nos ofrece un retrato impresionista de la juventud de esta época, en el que la suma de las pinceladas con que perfila a cada personaje consigue dotar a la realidad de una atmósfera, en ocasiones, desasosegante. Como la vida misma.