Modesto Santos

Filósofo y escritor

El gran heterodoxo (Serie Gong Editorial/ Ediciones Atlantis) de Agapito Maestre es una obra de genuina filosofía, o sea, filosofía para todos. Este libro es una joya de la filosofía española contemporánea. Filosofía en la calle. Filosofía para todos. Esta obra única consigue algo inédito en un país plagado de ensimismados “académicos”: acercar la figura del gran pensador Marcelino Menéndez Pelayo al gran público. Es un libro repleto de hallazgos creativos. Nadie pida segundas partes a lo único y singular. Es completo, sí, a la par que abierto a nuevas investigaciones. La tarea no era fácil debido a los prejuicios que se han ido creando en torno a la persona de don Marcelino, y además intentar acercar el autor a los lectores españoles es arriesgado por la forma en que se han presentado sus estudios, rodeándolos de un mal llamado academicismo lo que ha hecho que se alejara del gran público.

Como decía uno de nuestros clásicos, las obras de Menéndez Pelayo no son metafísica ni ciencia de lo imposible o vanas especulaciones, son algo tan real que hasta el más profano en textos literarios puede disfrutar con su lectura. No es, pues, el libro de Maestre sobre Marcelino Menéndez Pelayo una edición crítica y académica. El lector no encontrará un libro de consultas sino de lectura amena, no es un libro para especialistas, aunque también lo pueda ser. Con palabras de Unamuno, Menéndez Pelayo escribió la mejor prosa del siglo diecinueve y la primera década del veinte. El primer objetivo de Agapito Maestre es deleitar al lector mostrándole una lectura amena y entretenida de su obra, lo que ha cumplido a la perfección acercándonos con deleite a la figura del santanderino, resaltando el valor narrativo de su obra, para dar al traste con todos esos prejuicios que han alejado al lector del calado intelectual de don Marcelino,

Agapito Maestre engarza con singular maestría una serie de citas entresacadas de sus textos. Su idea de enseñar deleitando le ha permitido incitarnos a la lectura tranquila y sosegada de este ortodoxo entre los heterodoxos. Para merodear por su entera obra Maestre se ha servido de un lazarillo, el doctor Cidad, que nos lleva a lo más destacado de nuestro pensador. Maestre ha sabido ensartar y armonizar dos líneas de exposición: la de don Marcelino y la suya. Los dos, en una simbiosis perfecta, van desgranando armónicamente saberes y perspectivas. Todo ello expuesto con gran elegancia. El estilo y el ritmo narrativo son impecables. Así nos lleva a lo largo del libro a repasar toda la obra literaria de don Marcelino. Releyendo su Historia de las ideas estéticas de España, por dar un ejemplo, Maestre nos acerca a la música como arte de educación colectiva. Otra prueba de la maestría de Menéndez Pelayo en su trato con la poesía nos la ofrece Maestre al circunstanciar su Epístola a Horacio: reflejo de su entusiasmo juvenil por la poesía frente a los puritanos de la generación del 27. Estos, aun negando sus dotes, supieron reconocer a través de Gerardo Diego la inequívoca valía poética de don Marcelino. Es lo que Maestre resalta señalando la amenidad con la que está escrita la Historia de los Heterodoxos españoles. Para don Marcelino, un sabio enamorado de la Antigüedad y el Renacimiento, leer es crecer.

La forma de acercarse el santanderino a Cervantes y sus novelas es ejemplar. Sus aproximaciones al Quijote son un ejemplo de su dominio de lo real y lo ideal que mezcla con maestría. Otro aspecto que resalta Maestre es la forma en que don Marcelino supo tender puentes entre España y América. Su Historia de la poesía Hispano Americana es un himno a favor de la cultura de la América española. Sabe celebrar con orgullo y respeto el centenario de la hispanidad que le toca vivir. Es escrupuloso y a la vez crítico con los defensores de la Leyenda Negra, lo que viene a corroborar el espíritu crítico de D. Marcelino en esta obra. “Estuvo obsesionado durante su vida por el rigor y el estudio documentado de la historia de la ciencia española”, dice Maestre.

La Poesía mística española fue su discurso de entrada en la Academia de la Lengua en 1881, y ha tenido el reconocimiento de los grandes especialistas en esta materia, sin él jamás entenderíamos nuestra literatura mística. De la mano de la mística nos lleva a la lírica. Dice Maestre: “la originalidad de Menéndez Pelayo a la hora de estudiar la lírica española, incluida la poesía mística, reside, valga la redundancia, en sus investigaciones de Historia de la Filosofía, especialmente las recogidas en su citada Historia de las ideas estéticas en España”. Don Marcelino es un profundo estudioso de la filosofía, todos sus escritos de una forma u otra están cimentados sobre la historia de la filosofía. Nos dice Maestre que el análisis literario nunca podría prescindir de la perspectiva filosófica.

En fin, el libro de Maestre pronto se convertirá en un clásico sobre Menéndez Pelayo. Será una obra de relectura para quien desee salir del letargo de un academicismo vacío. He aquí la puerta de entrada para llevar a cabo una apreciación humana definitiva sobre la inmensa obra de Menéndez Pelayo.

Fuente: https://www.elimparcial.es