Una larga conversación con el colaborador de Cahiers du Cinéma en los años 60 y actor Michel Delahaye se convirtió en un libro y en una película. La versión fílmica se presentó en el Bafici y se puede ver online.
Matías Serra Bradford. 27/04/2022 14:42 27/04/2022 14:42 Clarín.com / Revista Ñ / Literatura
Actualizado al 27/04/2022 14:42
La conversación motiva fulgores distintos de los que genera lo escrito. Se la traiciona si se la registra y transcribe y ni hablar si se la filma. Y desde luego que la presencia de un grabador o cámara puede alterar –por lo general, para peor– el devenir y la calidad de un diálogo pero, como en la entrevista que le hizo el converso Michel Delahaye al cineasta Carl Dreyer, admirable luterano renegado, puede sobrevenir un milagro. Esta vez es el propio Delahaye el interrogado y quien de a raptos lo suscita.
En aquel encuentro, Dreyer dijo que comparándolo con el teatro, donde “las palabras llenan el espacio, quedan en el aire… en el cine, quedan relegadas rápidamente a un segundo plano que las absorbe, por eso se necesita conservar sólo las absolutamente necesarias”.
En El cuadrado de la fortuna, Pascale Bodet y Emmanuel Levaufre filmaron a Delahaye y preservaron –en película y en páginas– más que las frases esenciales, quizá para que corriera aire y todo adoptara un aspecto menos sentencioso. Cuando un francés cruzado se pone a fustigar a su país, vale la pena parar la oreja: “Nosotros tenemos una novela familiar dañada, rota, atomizada. Francia es la familia desunida por excelencia… Mi hermana y yo, viviendo nuestros padres bajo el mismo techo, no los vimos una sola vez sentados a la misma mesa”.
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