¡Cómo se agradecen las noticias y hechos felices! El lunes 9 de enero se publicó El gran heterodoxo (Serie Gong Editorial, Ediciones Atlantis, 2023) Es el libro que el catedrático Agapito Maestre Sánchez ha dedicado a Don Marcelino Menéndez Pelayo (1856-1912, Santander) uno de los grandes humanistas españoles. La primera vez que escuché hablar de él fue en tierras cántabras, en la casa de unos amigos. Siempre les estaré agradecida por ello. En mis recuerdos más queridos, las playas del Zapillo y el Sardinero van de la mano. Ahora, con más motivos. Dice Agapito Maestre «Marcelino Menéndez Pelayo no es autor de consulta sino de lectura. Y, sin embargo, consultarlo, copiarlo, o citarlo a destiempo, han sido los ejercicios dominantes entre las élites intelectuales españolas, desde su muerte hasta hoy. Múltiples motivos han llevado a la desaparición de su figura intelectual de la vida cultural española. Su nombre es ocultado en las universidades. Son sistemáticos los ataques bárbaros a un autor muerto en 1912, por su compromiso civil en la época de la Restauración. Es común la utilización perversa de sus ideas en diferentes etapas de nuestra historia». El sectarismo empobrece y embrutece. ¡Cuándo aprenderemos en España que si no somos capaces de valorarnos nosotros mismos, nadie lo hará nunca! Galdós tomó posesión de su plaza en la Real Academia Española (7 de febrero de 1897) Menéndez Pelayo, que había apoyado con decisión su ingreso, hizo el discurso de contestación. Este fragmento me parece genial e inolvidable… El principal deber que nos incumbe a los contemporáneos es dar fe de nuestra impresión y darla con sinceridad entera. Lo que nosotros no hayamos visto en las obras de arte de nuestro tiempo ya vendrá quien las vea; las demasías de nuestra crítica ya las corregirá el tiempo, que es, en definitiva, el gran maestro de todos, sabios e ignorantes». Pedro de Tena, periodista y guionista de cine, nos recuerda algo muy importante en el trabajo de Agapito Maestre: «Sigue investigando sin descanso el origen de un pensamiento liberal y democrático en España… defiende ahora la honestidad intelectual, la honradez crítica de M.P. que expuso y no impuso el pensamiento de los españoles, a los que estudió, valoró, rescató, dio a conocer o compiló sin descanso, durante una corta vida de sólo 56 años». Y sí, seamos insurrectos.