Cols, los cómics de Clara y Olivia Cábez conectan con la juventud actual, de la que ellas mismas forman parte, porque entienden sus códigos y los utilizan con naturalidad. Y porque están muy bien hechos.

Por Ignacio Pérez Díaz

00Clara y Olivia Cábez tienen 25 y 27 años. Son jóvenes, por tanto, y conocen bien la realidad que retratan en los cómics editados por la Serie Gong y protagonizados por otras jóvenes como ellas. Cols, una madrileña de 21 años que sueña con convertirse en periodista musical, y sus amigas Nico y Margo son las integrantes de una banda de rock que se llama Las Gookie, que viven de noche haciendo bolos por los garitos de Malasaña y amenizando el brunch del Ritz.

La idea de contar en cómic las aventuras de unas jóvenes que bien podrían ser ellas mismas se le ocurrió a Clara, que estudia Bellas Artes en Granada. Es Clara la que dibuja y su hermana Olivia quien se encarga de escribir los guiones. Y el resultado es tan bueno, que en el último Salón del Cómic de Barcelona, que ha celebrado en este 2022 sus 40 años de historia, se han hecho acreedoras del premio al mejor fanzine por la segunda entrega de las aventuras de Cols, «Una noche en el infierno».

Las razones por las que sus historias conectan tan bien con la juventud actual se pueden resumir en cinco claves, con una sexta que le viene de añadidura.

Clave 1: las redes sociales

Las aventuras de Cols y sus amigas están plagadas de guiños a las redes sociales, terreno en el que la juventud se mueve como pez en el agua y fuera del cual casi se podría afirmar que le falta el aire. Además con contar con un perfiles reales en Instagram (@cols.comix) y Facebook (https://www.facebook.com/cols.comix/) que se pueden seguir, sus referencias a las redes sociales son recurrentes. Como, por ejemplo, cuando una de ellas, tratando de averiguar qué hizo la noche anterior, se lamenta de que «no tengo ni story: jamás recordaré lo que hice». O cuando se envían «por telegram» la ubicación de algún lugar.

Clave 2: formación universitaria

Como la inmensa mayoría de los jóvenes actuales, Cols y sus amigas tienen una amplia formación. Son universitarias, aunque sin demasiadas perspectivas de futuro. Nico está realizando un máster, con la aspiración de convertirse algún día en profesora de Matemáticas. Y Cols tiene la carrera terminada, aunque ella lo tiene aún más difícil: su sueño es convertirse en periodista musical. Entretanto lo consiguen, una y otra, se divierten y hacen bolos con Las Gookie.

Clave 3: sin un duro en el bolsillo

Pese a su formación universitaria, no les resulta fácil encontrar un trabajo. Por eso hacen bolos, pequeñas actuaciones en los garitos de Malasaña, con las que consiguen algo de dinero. Beben whisky barato, como el John Cor de Mercadona, cinco euros la botella, que llevan de casa para que les salga más barata (y llegue antes) la borrachera.

Clave 4: animales nocturnos

La noche, como a otros tantos de su generación, les confunde. Reconocen que mantienen con ella una «relación tóxica: Sabes que no te conviene, pero te divierte mientras eres joven». De noche se producen la mayor parte de sus aventuras. Y también de sus desventuras. Es de noche cuando firman contratos sin saber lo que firman, cuando pierden la batería de la banda, cuando cambian su aspecto punk por visones más propios de señoras del barrio de Salamanca, cuando se topan con la mafia del whisky o se encuentra con Lucifer, antiguo novio de Cols que ahora pretende ligarse a Margo.

Clave 5: la solidaridad por bandera

La solidaridad es una seña de identidad de la juventud. Sí, los jóvenes son alocados a veces, unos descerebrados en ocasiones, también hedonistas y puede que incluso despreocupados. Algunos no quieren asumir responsabilidades, otros se resisten a crecer. Pero todos tienen de alguna manera arraigada cierto sentido de la solidaridad con los amigos, esa parte de la familia que uno ha podido elegir. «Estamos aquí para cuidarte», le dicen Margo y Nico a Cols, tras una noche infernal. «Que no se líe Margo con Lucifer», advierte Cols a Nico, conocedora del precio de vender su alma a ese diablo.

Y clave 5+1: la profundidad

Los jóvenes son jóvenes, pero no son tontos. Saben lo que quieren y lo que les gusta, y no se sienten atados por la tradición, lo que no significa que no la conozcan. Quienes saben, afirman que el cómic de Clara y Olivia Cábez lanza guiños a los del francés Frank Margerin, que se adelantó a ellas cuarenta años, tanto en el trazo como en la temática rockanrolera.

Además, sus aventuras están plagadas de guiños a algunos iconos surgidos en épocas anteriores pero que se han hecho eternos, como la música de los Rolling Stones o películas como Trainspotting, así como a lugares míticos para el encuentro de la juventud y hasta a la literatura clásica, como la Divina Comedia de Dante, tal y como recoge en su certero análisis el periodista Javier F. Barrera.