Luisa Grajalva se enfrenta a nuestro cuestionario GONG.

La autora del libro de relatos El otro lado de la realidad (Serie Gong). Periodista, creativa publicitaria, locutora y realizadora de varios programas de radio, en su faceta de escritora ha cosechado éxitos en narrativa, letras de canciones y guiones cinematográficos, entre otros.

Su libro de relatos es una muestra de su prosa intimista y perfecta, historias que inciden directamente en el corazón del lector.

¡No te pierdas su cuestionario GONG!

  1. Un libro que se te haya hecho bola y no hayas podido terminar de leer.
    Ninguno, hasta ahora. Depende de lo que me interese o no, puedo leerlo más o menos rápidamente, pero siempre busco lo que haya querido comunicar el autor de principio a fin o lo inesperado que me pueda atraer en cada página, siempre espero la sorpresa o el destello que pueda suponer el mínimo detalle que me guste. Valoro mucho el trabajo de alguien para no concederle atención en todo el intento, aunque al final este me parezca fallido.
  2. Si no hubieras sido escritor/a serías…
    No tengo ni la vocación ni las cualidades ni el espíritu de sacrificio que hacen falta, pero me gusta mucho la medicina, me parece asombroso que todavía no acabemos de conocer los mecanismos de nuestro propio cuerpo y encuentro de las mejores cosas del mundo la facultad de sanar. También, con la misma falta de cualidades para ello, músico (la música es una de las mejores cosas de la vida), piloto de aviones o deportista de élite. Por fantasía, que no quede.
  3. Algún secreto confesable que quieras compartir
    Ninguno, está todo a la vista, no tengo secretos. Incluso, muchas veces creo que me paso de espontánea, lo transparento todo.
  4. ¿Qué libro te hubiera encantado escribir?
    Muchísimos, son incontables los libros que admiro. Pero, para ser concreta, cualquiera de Jorge Luis Borges. Aunque, más que escribir sus libros, me hubiera gustado tener su erudición, haber leído tanto como él leyó y tener tanto conocimiento de la literatura como él tenía.
  5. Si no es en ésta, ¿en qué etapa histórica te hubiera gustado vivir y por qué?
    En el futuro, sin duda. No creo en absoluto que cualquier tiempo pasado fuera mejor, siempre se avanza. Me gustaría que se hicieran verdad las reencarnaciones, siendo conscientes del pasado que se vivió, y asistir a los cambios que están por venir.
  6. ¿A quiénes consideras tus amigos?
    A quienes se relacionan conmigo mostrando la persona y no el personaje, los que se muestran auténticos, con sus luces y sombras, en lugar de intentar hacerte ver y creer esa imagen que todos nos construimos para gustar socialmente. Luego viene la mayor o menor afinidad de carácter y enfoque de la vida. En general, me muestro receptiva a los que considero que son, como decía Antonio Machado, “en el buen sentido de la palabra, buenos”.
  7. ¿A quiénes tus enemigos?
    A nadie, la vida es tan compleja que hasta para lo más horrible hay una explicación de motivos, aunque digerir eso sea a veces espantoso. De las personas que no me gustan, procuro apartarme. En general, a quienes más podría considerar mis enemigos es a las personas violentas.
  8. ¿Cuál es la máxima rendición en tu vida?
    No dedicarme por completo a la creación literaria y solo a ella desde joven, quizá porque no busqué suficientemente el camino para ello, ya que vi otros más fáciles de procurarse el dinero que hace falta para lo que llaman “ganarse la vida”; expresión que detesto, por cierto, me cuesta aceptar que haya que ganarse algo que nos viene dado “de serie”. En fin, soy optimista y creo que la sociedad ha avanzado y seguirá avanzando en facilitar caminos de realización a quienes se reconocen una vocación clara.
  9. Por amor serías capaz de…
    No tengo ninguna madera de heroína romántica, así que creo que lo mejor que podemos hacer por amor es comprender lo que significa el concepto de la mejor manera posible. Cuando quieres a alguien de verdad, buscas su bienestar o su máxima felicidad ante todo y lo primero que significa eso es aceptarlo como es y contribuir con tu cariño a que se sienta más libre, no menos. Creo mucho más en la amistad y el compañerismo en el amor que en la pasión arrebatadora o los ideales románticos. Sin que ello signifique que no tenga en cuenta la pasión como elemento motivador y estimulante, pero sin que lleve a la irracionalidad.
  10. La felicidad… ¿se alcanza o es innata?
    Un gran amigo mío solía decir que “para ser feliz, hay que tener un poco de vocación” y creo que tiene razón. No obstante, la felicidad son momentos, la vida no ofrece estados permanentes o “nirvanas” de felicidad. La sensación de felicidad me parece bastante personal, uno la siente en un momento dado y otros pueden no sentirla ante los mismos estímulos. En cualquier caso, es un concepto algo sobrevalorado, prefiero el concepto “bienestar”, sobre todo ante las desigualdades sociales, porque siempre habrá personas que nazcan en un contexto o atraviesen unas circunstancias en las que una mínima felicidad o un mínimo bienestar son imposibles.
  11. ¿Cuál crees que es el peso del alma?
    A pesar de la teoría de los veintiún gramos, creo que el peso del alma es el mismo que el peso del cuerpo. Como dijo el filósofo Spinoza, “cuerpo y alma son uno y la misma cosa”.
  12. ¿Quién te gustaría que “te leyera” tu libro favorito?
    Charo López. Tuve la suerte de que ella fuese la voz del audiolibro de mis relatos para Gong y me pareció un sueño hecho realidad. Charo ha sido capaz de dar a la lectura de mi libro una emoción y una intensidad como solo una actriz de su talla podía hacerlo. Si no es Charo, quien sea capaz de hacerme vivir un libro a través de su voz. He escuchado varios audiolibros de Gong y todos sus lectores han sabido hacerlo. Tengo también un amigo actor, David Amón, que tiene una maravillosa voz y sabe imprimirle las entonaciones y los matices para llenar de emoción las lecturas.
  13. ¿Con qué personaje de la literatura te identificas?
    No con uno totalmente, pero sí con rasgos de varios. Un poco de la Antígona de Sófocles, un poco de la Alicia de Lewis Carroll, un poco del Guy Montag de Ray Bradbury, un poco de la Lady Chatterley de D.H. Lawrence, un poco del Alonso Quijano de Cervantes y un poco de muchos más, para no hacer la lista interminable.
  14. Cómo comenzaría el libro de tus sueños…
    No existe un libro de mis sueños o cualquiera puede serlo, simplemente escribo cuando tengo el impulso, cuando creo que una idea puede ser materia literaria. Pero no tengo expectativas con respecto a lo que escribo; en cuanto lo termino, la obra ya no me pertenece solo a mí, sino también a todos los que puedan leerla y encontrar algo con lo que se identifiquen en ella. Que ocurra eso ya es el mejor sueño.
  15. ¿Qué personaje de novela te llevarías a la cama?
    Me debo haber llevado bastantes, porque suelo leer antes de dormir (risas). Hablando en serio, no se me ocurre uno concreto y soy poco mitómana, mis personajes favoritos son gente normal y mi verdadero favorito no es el personaje, sino el escritor capaz de dotarlo de una complejidad que nos revele más de los intrincados laberintos del ser humano.
  16. ¿Qué tolera menos en un escritor, las faltas de ortografía o la falta de imaginación?
    Las segundas, aunque las primeras tampoco las llevo muy bien, la herramienta de un escritor es el lenguaje y, por lo tanto, es básico utilizarlo de manera correcta y que se entienda bien. La ortografía está al alcance de todos, incluso en internet, y es poco disculpable que se siga desconociendo o ignorando por parte de un escritor. Nadie es perfecto, por supuesto, pero no preocuparse por conocer y revisar la ortografía me parece siempre un descuido grande en alguien que escribe.
  17. ¿Hay algo de lo que crees que nunca se ha escrito?
    Parece que no, pero siempre lo hay, los nuevos tiempos traen consigo nuevas realidades y formas de verlas, y hoy es un tiempo nuevo respecto a ayer. En todo caso, existe siempre un modo nuevo o diferente de escribir sobre algo. Creo que fue Bernard Shaw a quien otro escritor le pidió un buen tema para una novela y él respondió: “Chico y chica se enamoran”. Y estoy de acuerdo, la literatura es tanto el “qué” como el “cómo”.
  18. ¿Se puede escribir de algo que no te duele?
    Absolutamente, sí. ¿Cómo no escribir acerca de la alegría o la belleza, por ejemplo? La vida ofrece muchas cosas que nos hacen sentir bien y tener momentos de esos en los que parece que el alma se ensancha para no escribir sobre ellas. Se escribe según el momento en que uno se encuentra, que a veces es triste o doloroso y a veces todo lo contrario.
  19. ¿De qué película te gustaría adaptar a un libro?
    Me hubiese gustado escribir ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, si Philip K. Dick no hubiese escrito antes el libro en que se basó Blade Runner. Y hay una película de Gonzalo García-Pelayo, Alegrías de Cádiz por la que siempre he tenido una especial pasión. O de El lado oscuro del corazón, de Eliseo Subiela, pero en esta ya estuvieron Mario Benedetti y Juan Gelman en el guion, además de Subiela, y eso es suficiente para ni atreverse. O Las invasiones bárbaras, de Denys Arcand. Nunca se me había ocurrido hacerme esa pregunta, pero, ahora que me la hacéis, se me ocurre una película tras otra, así que paro.
  20. ¿Sobre qué te gustaría escribir, pero no te atreves?
    Creo que no hay nada sobre lo que no me atrevería a escribir. Ni debería haberlo para nadie.
  21. ¿Cuál es el protagonista ‘malo’ que más te ha gustado?
    Me gustan los malos que hacen gala de una gran inteligencia, como el John Silver de La isla del tesoro o el Moriarty de las novelas de Sherlock Holmes. Me parece también fascinante el tratamiento de la personalidad del ángel caído que hace John Milton en El paraíso perdido.
  22. ¿De qué personaje te gustaría hacer un spin off?
    De El diablo cojuelo de Luis Vélez de Guevara.
  23. ¿Lees como escritora o como lectora?
    Como lectora, pero la escritora siempre está ahí también y no deja de apreciar la estructura, el lenguaje, la configuración de los personajes, las técnicas del autor, el ritmo, etc., etc., no se puede evitar.